Hace unas semanas publicamos un post donde hablábamos de cómo ahorrar en el gasto fijo. Como sabemos, en cualquier factura energética tiene dos partes; una parte variable y otra fija. El ahorro en la parte variable dependerá de nuestro consumo y el ahorro en la parte fija, del tramo de potencia que tengamos contratado, además de los impuestos varios, alquiler de equipos, etc. Cuando queremos ahorrar energía con la calefacción, resulta tentador llamar a la compañía para que nos baje la potencia que tenemos contratada PERO, CUIDADO….
Si hacemos esto, en uno o dos días tendremos la petición resuelta y nos ahorraremos unos pocos euros al mes. Sin embargo, “la otra cara de la moneda” es que, en el momento en que empiece a saltar el automático por exceso de consumo, llamaremos para que nos suban la potencia y… “ay¡¡… no podemos porque las líneas están muy saturadas” y será todo un reto que nos la vuelvan a subir, en el caso de que lo hagan. Así que, mucho cuidado con bajar el tramo de potencia contratada para ahorrar, puesto que la bajada es inmediata, pero volver a subirla puede generarnos una verdadera crisis existencial.
Para ahorrar energía con la calefacción de forma inmediata y duradera, tengamos presente en primer lugar que, por cada grado que bajemos la temperatura media de la vivienda, estaremos ahorrando algo menos del 10 % del consumo de energía en lo que a calefacción se refiere. Parece una tontería, pero unos calcetines de invierno y una bata cómoda y abrigada en el momento adecuado, pueden suponer un ahorro de varios cientos de euros al cabo del año. Tan sólo habrá que ajustar el termostato unos pocos grados por debajo de lo normal y nuestro organismo acabará haciendo el resto.
INSTALACIONES ELÉCTRICAS ANTICUADAS Y AUMENTO DEL CONSUMO ELÉCTRICO
Cuando “nominamos, dominamos”. Decimos esto porque el hecho de que nuestra factura de calefacción sea elevada, no significa que estemos gastando mucho más que en la misma estación de años anteriores. Una cosa es aumentar el consumo eléctrico y otra muy diferente es una factura eléctrica elevada. Aunque es contraintuitivo, tiene todo el sentido. Hoy día podemos gastar lo mismo que en octubre de 2021, pero nuestra factura será mucho mayor. Por eso, mucho cuidado con diferenciar facturas eléctricas elevadas, de consumos eléctricos elevados.
Decimos esto porque recientemente visitamos un piso que necesitaba un presupuesto de climatización y allí coincidimos con el gerente de Instalaciones Mecam, Juan Antonio. Estuvimos comentando el hecho de que en el cuadro de diferenciales tan sólo había dos térmicos. El piso tiene unos 90 metros y se construyó en 1965. Los clientes nos decían que la instalación eléctrica difícilmente podía soportar un radiador de aceite junto con el frigorífico, la televisión y poco más. En la cocina sólo había un enchufe, que daba servicio a todos los electrodomésticos.
Antiguamente no había microondas, pocas casas tenían lavadora, prácticamente nadie tenía más de una televisión, no existían las cocinas eléctricas, el agua caliente sanitaria se producía con una caldera de gas, etc. En la actualidad todo eso ha cambiado y esas instalaciones tan delgadas hay que sustituirlas por otras más modernas y resistentes. Cuando hacemos todo esto, hay que pedir un aumento de potencia a las compañías y difícilmente (por no decir imposible) nos lo darán si, aparte de la saturación de red, nuestra instalación es antigua y hay un alto riesgo de provocar un incendio en algún momento.
Si desea que podamos asesorarle para ahorrar energía en la calefacción de su hogar, tan sólo tiene que llamarnos o completar nuestro cuestionario de valoración de instalaciones nuevas y estaremos encantados de estudiar sus necesidades y las de su hogar u oficina.