El pasado diciembre tratamos ampliamente en un post sobre “cuántas placas solares se necesitan para una vivienda”. En él detallamos la superficie aproximada que cubrían las instalaciones, en relación a la potencia de las mismas. A modo de resumen, recordemos los siguientes datos:
Instalación básica de 2 kw: aproximadamente 12 m2. Lo justo para una plaza de aparcamiento.
Instalación de 3,5 kw: 16 m2. Parking de coche grande.
Instalación de 5 kw: 24 m2. Parking de coche y mesa con sillas para barbacoa.
Instalación de 10 kw: 50 m2. Si no tenemos una pérgola tan grande, podemos distribuir las placas solares de autoconsumo entre la propia pérgola, una cubierta o un lateral.
A pesar de la gran superficie que ocupan las placas solares, su volumen y dimensiones no son proporcionales a su peso. De este tema es precisamente de lo que vamos a tratar hoy. Hay muchas personas interesadas en colocar paneles solares para autoconsumo en comunidades de vecinos y por la antigüedad del edificio o el estado de la cubierta, no se fían de añadir un peso extra a la estructura.
Los paneles solares fotovoltaicos tienen un marco de aluminio bastante ligero. No así los de energía solar térmica, que pesan bastante más, sobre todo por las tuberías y el fluido de las mismas. Además, las estructuras metálicas que los soportan, también suelen ser ligeras.
Aunque el peso aproximado de los paneles solares es de 10-15 kg/m2, se deben valorar más elementos. La plancha uniforme a modo de “cometa” que se configura al colocar los paneles solares, supone una sobrecarga en la cubierta debido a la acción del viento cuando éste es muy fuerte, lo que podría generar grandes tensiones. Para ello, existen diversas soluciones que lastran y anclan la instalación a las cubiertas o paredes.
En ocasiones se instalan unos bloques de hormigón donde fijar la estructura de la instalación solar. Gracias a su peso, soportan bien los embates del viento y además, tienen distintos tipos de inclinación, para ajustarse lo más posible al ángulo en el que deben estar colocadas las placas. Aunque no son especialmente pesados, si incluimos la tornillería y las piezas propiamente dichas, tendremos un peso extra en la cubierta de nuestra vivienda o comunidad de vecinos.
Para una vivienda de nueva construcción, todo este sobrepeso no es problema. Sin embargo, para viviendas más antiguas, quizá se haga necesario recurrir a estructuras metálicas que sean capaces de repartir mejor el peso, por unidad de superficie.
ELIGE SIEMPRE UNA EMPRESA CON EXPERIENCIA
Al igual que nuestro sentido común nos indica que las placas solares y los inversores deben ser de un fabricante solvente que nos ofrezca calidad y garantía, ese mismo sentido común (que no suele ser práctica común), nos debería sugerir que la empresa instaladora que vaya a trepar por nuestros tejados, sea una empresa con experiencia en el sector. A menudo sucede que se trata de personal (cualificado) subcontratado por trabajos cerrados a precios de risa, para poder cobrar lo justo por la instalación.
El mercado del autoconsumo solar está tan desfasado hoy día, que hay infinidad de instaladores. La gran mayoría son competentes y tienen conciencia, pero otros no dan la cara cuando después de terminar el trabajo y cobrarlo, salta un térmico, la app de monitorización del sistema no funciona, hay un cortocircuito, las tejas rotas (a veces es inevitable romperlas) no se arreglan y cuando llueve hay goteras…. etc.
Por todo ello y porque dar un buen servicio nunca es barato, en Prointer Murcia queremos seguir trabajando y manteniendo un estándar de calidad que nos permita dormir tranquilos y hacer que familias y empresas ahorren dinero con la energía del sol.