Aunque las calderas de pellets o biomasa están muy de moda, con la que está cayendo quizá sea más prudente hablar de “consejos para ahorrar energía en aire acondicionado”, que hablar de calderas de pellets… ¿no os parece? Es cierto, sin embargo, en unos pocos meses, el mercurio empezará a bajar y será el momento en que las personas previsoras empezarán a valorar en qué instalación invierten sus recursos para calentarse en invierno. Recordemos que el calentamiento global precisamente conlleva veranos e inviernos más extremos.
Hace meses subimos un post donde hablábamos del precio de la aerotermia frente a otras fuentes de energía como el gas, gasoil, electricidad o la biomasa. En ese mismo post nuestra opinión fue clara: no hay instalación de climatización perfecta. Somos seres eminentemente emocionales y a la hora de valorar qué instalación elegir, muchas personas no se guían sólo por la rentabilidad económica.
Si bien es cierto que hay instalaciones más o menos rentables económicamente en función del uso y de los hábitos de consumo de la empresa o del particular, sobre nuestras decisiones de compra siempre sobrevuela ese componente emocional que inclina la baraja frente a argumentos más racionales. Vamos a ilustrar esto que decimos con un sencillo ejemplo.
La chimenea que había en casa de nuestros abuelos, la típica chimenea de leña estrictamente hablando, es una instalación de calefacción muy poco eficiente. Es sucia, requiere mantenimiento, gran espacio para almacenar la madera, es potencialmente peligrosa, calienta mucho cuando estás cerca y muy poco cuando estás lejos, etc. Sin embargo, “no hay nada más embriagador que contemplar un fuego mientras en la calle hace frío uno está compartiendo ese momento tan especial con una buena comida o cena”… Lo habéis escuchado alguna vez?….
INSTALACIONES DE BIOMASA EN EMPRESAS Y PARTICULARES
Las actuales calderas de pellets son las modernas chimeneas. Mucho más eficientes y, por qué no decirlo, a nivel de imagen, más bonitas y estéticas. Hay variedad de diseños y los fabricantes hacen que puedan integrarse prácticamente en cualquier hueco de nuestro hogar. Además, llevan sus conductos que distribuyen el calor por las partes de la vivienda que deseemos.
Como ya apuntamos en un post anterior, recomendamos estas instalaciones en sitios realmente fríos. De esa forma evitamos estar encendiendo y apagando la caldera, con el consumo extra que ello supone.
En una empresa, como era el caso del ejemplo de la almazara al que nos referíamos en el post, donde consumían la biomasa que ellos mismos generaban, el uso de esta tecnología aumenta la rentabilidad en general y además, nos posiciona como empresa sostenible y “eco”. Sin embargo, en una vivienda particular, este tipo de instalaciones no se podrían complementar al 100 % con paneles solares. Sin embargo, una instalación de aerotermia es perfectamente compatible con una instalación de placas solares para autoconsumo.
Como decimos, cada vivienda y uso de la misma es único. Aunque sea la misma vivienda con el mismo número de ocupantes, el hecho de que los habitantes de la misma trabajen fuera la mayor parte del día, cambia diametralmente los patrones de consumo de energía. Por ello les recomendamos que nos contacten para agendar una visita sin compromiso alguno y de esta manera adaptar sus nuevas instalaciones de climatización a su presupuesto, funcionalidad y espacio. De esta manera, podrán amortizarlas en mucho menos tiempo.